No hay discusión alguna, tanto el MacBook Pro retina de 13 pulgadas como el nuevo iMac llevan el diseño industrial a un nuevo nivel y sus acabados, mejoras y tecnologías son dignas de los mejores dispositivos del mercado. Pero dicha mejora constante, reducción de tamaño, miniaturización, disminución de peso… etc esta basada en la utilización, cada vez más, de componentes propios desarrollados en exclusiva por y para Apple.
Dichos elementos son los que le están permitiendo a la compañía igualar la estrategia de iOS en cuanto a miniaturización, pero a cambio la compañía se está viendo obligada a diseñar casi a medida componentes tan estadarizados como la memoria RAM o un disco duro. ¿Hasta que punto esto es bueno? ¿Cuanto valoramos un equipo más reducido a cambio de no poder modificar nada en él?
En los últimos portátiles de la compañía se incluye tanto HDD como RAM soldada a placa por lo que es inviable el cambio de dichos componentes, una vez comprado deberás de morir con dicho dispositivo sin poder realizar ningún tipo de ampliación, mejora o incluso mantenimiento. Esta evolución está también muy presente en los últimos equipos de la casa:
- Disco duro de 5400rpm de serie. Aunque aún no se ha confirmado, todo parece indicar que el iMac de nueva generación incluye discos duros de reducido tamaño, es decir, de portátil. Esto no sería un gran problema si no fuese por que Apple ha decidido incluir modelos de 5400rpm en todas las versiones del
portátilsobremesa, incluida la más cara, por lo que deberemos de pagar por el cambio de disco si queremos contar con una unidad de mayor rendimiento. - El modelo básico no permite el uso de Fusion Drive. Esto se debe más a estrategia de marketing que a otra cosa, pero el modelo básico no permite el uso de la tecnología Fusion Drive, por lo que deberemos de pagar el extra del modelo medio para poder hacer uso de dicha mejora.
- Únicamente el modelo de 27 pulgadas permite el cambio de memoria RAM. Hasta ahora los iMac han permitido el cambio de memoria RAM de forma relativamente simple, pero a partir de ahora únicamente el modelo de 27 pulgadas permitirá el acceso al interior de forma sencilla por parte del usuario (tal y como se puede leer en la web de especificaciones del equipo).
- Bonus: no esperes cambiar la memoria RAM de tu MacBook Pro retina de 13 pulgadas. Aún más curioso, o frustrante, es el hecho de que el nuevo MacBook Pro de 13 pulgadas no permite ninguna modificación de capacidad de memoria RAM (ni siquiera pagando), todos los modelos se ofrecen con 8GB de RAM y en ningún momento se permite la configuración de 16GB. Lógicamente están soldadas a placa por lo que el cambio por nuestra parte es inviable.
Entiendo que todos estos cambios están pensados única y exclusivamente para mejorar el diseño del portátil/sobremesa, pero… ¿cómo de importante es dicho apartado para sacrificar todas estas opciones hasta ahora “básicas”?
Fuente: Applesfera
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